La potencia que tienen los motores de los vehículos genera un temblor y agitación que sería insoportable si estos no tuvieran el volante bimasa, también conocido como volante de inercia; pieza cuya función es amortiguar las vibraciones del motor y evitar que pasen a la caja de cambios, a los diferenciales y a la parte trasera del coche.
Hoy en día, los motores son tan potentes y tan pequeños -1.500 centímetros cúbicos, 1.600, 2.000 cc.- con potencias que bordean los 150, 180 y 200 caballos de fuerza, que hacen que haya mucha energía trabajando en un espacio reducido, y producir una alta vibración del motor.
La forma de evitar que esas vibraciones pasen hacia atrás es con un par de masas y contrapesos (piezas internas sólidas), y un resorte que actúe contra esas masas, componentes del volante bimasa.
¿Qué pasa si se rompe el volante bimasa?
Por ser un amortiguador, esta pieza se va desgastando con el uso, pues todas las vibraciones las recibe y las neutraliza, aguanta un constante rozamiento y desgaste, por lo que tiene un tiempo de vida útil que, una vez agotada, toda la vibración del motor se va a pasar a la caja de los cambios, y el resultado es que con el tiempo y las vibraciones la caja de los cambios se desajusta y puede llegar a soltarse.
Estos desajustes en la caja, a su vez, traen como consecuencia la necesidad de desarmarla, cambiarle los rodamientos y hacer una serie de arreglos profundos y costosos. Así mismo, si se sueltan las piezas del volante bimasa lo más seguro es que se afecte el funcionamiento del motor, cuya reparación puede requerir una inversión mucho más grande.
El tema sobre el volante bimasa genera mucha controversia, debido al desconocimiento que existe sobre esta pieza y a la resistencia que tienen algunos dueños de coches en asumir el gasto de repararlo o sustituirlo.
Sin embargo, se debe considerar que esta pieza aguanta un constante rozamiento y desgaste, motivo por el que debe revisarse con frecuencia y mantenerlo en buenas condiciones, haciendo la inversión adecuada para evitar daños en las otras partes del vehículo.
¿Por qué cuesta tanto su reparación?
Las principales razones por las cuales reparar un volante bimasa es costoso es debido a que se necesitan muchas horas de trabajo, pues para llegar a la parte donde está ubicado el volante bimasa, se debe desarmar la caja de los cambios del motor, trabajo que puede llevarse más de cuatro horas continuas.
Además, al precio del volante bimasa se le debe sumar el costo del retén del cigüeñal, pieza a la que está unida.
¿Cómo saber si el volante bimasa está fallando?
Una de las señales que da del vehículo cuando el volante bimasa tiene fallas son la serie de ruidos metálicos tanto en el arranque como durante la marcha, sobre todo si está parado y se pretende pisar el embrague para reiniciar la marcha, o también al detener el motor.
Así mismo, las vibraciones en la palanca de cambios, en el embrague o en el propio asiento son señales de que el volante bimasa está estropeado, y si estas vibraciones están acompañadas de los sonidos metálicos que se mencionaron, todo es indicativo de que se debe revisar lo más rápido posible.
Por lo general, cuando está averiado el volante bimasa, sobre todo por el largo tiempo que ha estado en funcionamiento, se debe cambiar también el embrague, para que todo el sistema funcione perfecto y se eviten daños en el volante nuevo.
Los volantes bimasa nuevos son estables no tienen ningún juego axial, no generan ningún golpe al final del movimiento rotacional y amortiguan las vibraciones de manera eficiente.