Los faros empañados por dentro son una de las averías más comunes en vehículos y algo que se puede evitar o al menos solucionar de una forma relativamente sencilla. Cuando un faro de coche pierde su transparencia característica y su capacidad de alumbrado, nos deja expuestos a problemas de visibilidad durante la conducción nocturna o ante condiciones climáticas adversas.
¿Por qué se empañan los faros de un coche?
Hay varios factores con la capacidad de producir faros empañados por dentro, lo cual hará que pierdan potencia de iluminación. Algunos de los más comunes son los siguientes:
Problemas de contacto en las bombillas
Cuando se reemplazan las bombillas y estas quedan mal instaladas o con problemas de contacto, puede quedar algún espacio libre entre los puntos de unión entre la bombilla y el soporte, lo cual dejaría que fluya el aire proveniente del exterior, generando la condensación característica de los faros halógenos tradicionales.
Pérdida de hermetismo
Las microrroturas en la estructura del faro, tanto en la parte exterior como interior, ocasionadas por golpes o pequeños accidentes, son otra de las razones comunes por las que aparece condensación. Estas roturas pueden ocasionarse incluso por los cambios bruscos de temperatura y normalmente resultan imperceptibles al ojo humano.
Obstrucción de los conductos de ventilación
El fabricante del coche suele equipar los faros con conductos de ventilación, cuya función es disipar el calor generado por el interior de la óptica automotriz. No obstante, con el paso del tiempo, este sistema de ventilación puede obstruirse y presentar fallos debido al polvo, la humedad y la suciedad acumulada.
¿Qué hacer cuando detectamos humedad en los faros del coche?
Cuando los faros muestran señal de humedad en el interior, lo más adecuado será realizar una inspección completa de cada faro, retirándolo y revisando con cuidado en busca de arañazos, fracturas o grietas.
Lo siguiente será examinar la posición de las bombillas, su ajuste y el estado de las juntas. La revisión debe ser minuciosa, para asegurar que no se estén presentando problemas de contacto.
En caso de no encontrar ninguna señal de avería física de la óptica y habiendo corroborado que la bombilla se encuentra bien instalada, continuaremos con la comprobación y limpieza de los conductos de ventilación para determinar si muestran señales de obstrucción por suciedad y poder así retirarla.
De esta forma, cualquiera de los motivos habituales de humedad interior en los faros debería quedar solucionado. En caso de encontrar una rotura o grieta en la óptica puedes utilizar una cinta especial para cubrir el desperfecto o, en caso extremo, realizar la sustitución de la pieza, instalándola siguiendo las indicaciones del fabricante.
En caso de no tener experiencia en el tema y con motivo de asegurar que todo el procedimiento de revisión y mantenimiento de los faros se realice según lo indicado en el manual del fabricante, te conviene dejar el coche en manos de expertos profesionales de la marca o de algún taller de confianza.